Entrevistas a clientes Altria: Torremirona Golf & Spa Resort

“Es clave disponer de partners como Altria que puedan contribuir a blindar las necesidades financieras en un entorno tan incierto como el actual”

Nuestro país es una potencia turística mundial. El sector turístico es de hecho el que aporta más empleo y contribuye más a la economía española con casi el 15% del PIB. No es extraño, por tanto, que en la numerosa cartera de clientes que Altria Corpo asesora se encuentren algunas empresas relevantes de este sector.

Una de estas empresas es el Torremirona Golf & Spa Resort. Hemos querido hablar con su Director General, Yassine Bouallalla, para que nos cuente su experiencia con Altria Corpo.

Altria Corpo: Yassine, cuéntanos un poco qué es Torremirona y cuál ha sido vuestra trayectoria hasta hoy.

Yassine Bouallalla: El complejo de Torremirona Golf & Spa Resort inició su actividad en 1989, con la inauguración del campo de golf, y posteriormente se consolidó el año 1998 con la apertura del establecimiento hotelero para generar un producto completo. El objetivo siempre ha sido ofrecer un establecimiento multiservicio, con capacidad de adaptarse a todas las necesidades tanto de los huéspedes como de los visitantes, siendo un referente en el territorio por lo que respecta al servicio y la calidad ofrecidos, a la desestacionalización y a la vinculación con el territorio.

A.C.: Siempre se dice que el secreto del producto hotelero es la ubicación. Vosotros estáis en Navata, cerca de Figueres, en la provincia de Girona. ¿Qué posibilidades os da esto?

Y.B.: El complejo tiene una ubicación estratégica que permite a sus usuarios disfrutar de toda la provincia de Girona, a la vez que les facilita la comunicación con sus respectivas ubicaciones debido a la proximidad de los servicios de AVE y autopistas. No obstante, la ubicación no lo es todo, y complementamos el hecho de no ser un producto de costa con muchos productos y servicios distintos.

A.C.: En los últimos años habéis tenido un crecimiento importante. ¿En qué lo habéis basado?

Y.B.: A partir del año 2014, el establecimiento inició un proceso de transformación y dinamización, reforzando todavía más su polivalencia y enfocándose en ser un producto de ocio, cultural, deportivo y gastronómico, con la construcción de un nuevo SPA, la adecuación de las instalaciones deportivas y la reforma de las habitaciones y de sus espacios comunes.

A.C.: La relación con Altria Corpo empezó ya hace tiempo. ¿Cuál fue el motivo de contactarnos?

Y.B.: Disponíamos de referencias positivas de Altria Corpo, y debido precisamente a este proceso de transformación mencionado anteriormente, existían retos financieros para acelerar el cambio y la adaptación del producto a la nueva realidad de la demanda surgida a raíz de la anterior crisis económica y sobre todo del proceso de digitalización social y sus consecuencias. Altria es un referente a la hora de optimizar el tiempo dedicado por una empresa en obtener y negociar los recursos necesarios. El primer contacto fue próximo, distendido y directo, dejando muy claro el conocimiento del sector financiero y sus áreas de actuación. Desde entonces, la relación es fluida, bidireccional y con muchas sinergias entre las dos partes.

A.C.: ¿Cuáles crees que han sido los principales beneficios de haber trabajado con Altria?

Y.B.: Sobre todo la asertividad y la facilidad en la gestión que otorgan a las empresas con las que trabajan, su red de relaciones y su capacidad de ser efectivos en encontrar el producto que mejor encaja con cada necesidad o tipología de negocio. Durante el procedimiento se analizan las necesidades, se contrastan las proyecciones y se trabajan los escenarios de forma conjunta hasta alcanzar un consenso. Posteriormente, la gestión y el seguimiento son gratamente eficientes, y la manera de adaptarse, impecable. Creo que al final el principal beneficio es haber ganado un «partner».

A.C.: En los últimos meses Altria Corpo ha conseguido un importe relevante de financiación para el complejo Torremirona, con distintas líneas e instrumentos. ¿A qué destinaréis la financiación conseguida?

Y.B.: La financiación se destinará principalmente a continuar las inversiones con el fin de poder conseguir cumplir con los objetivos de posicionamiento y calidad del establecimiento, y reforzar la posición del producto en el territorio, así como para garantizar el correcto funcionamiento y liquidez en un tiempo incierto en donde las previsiones se ven trastocadas constantemente. Se trata de un periodo de transición, en el que la clave de la financiación es garantizar la continuidad de los negocios facilitando su supervivencia económica a partir de la financiera.

A.C.: Como bien dices, ahora son momentos muy inciertos en todos los ámbitos. Por lo que se refiere al mercado de la financiación, ¿cómo los ves ahora mismo?

Y.B.: Resulta complicado prever el comportamiento del tejido económico a medio plazo, pero la degradación de gran parte de las industrias de servicios, especialmente las relacionadas con transporte y turismo, así como la evidente recesión que se está viviendo en el conjunto del territorio, dificulta que a medio plazo las empresas puedan disponer de flujos de caja positivos. Precisamente por este motivo, hay que contar con previsiones precisas, actuar con responsabilidad y disponer de partners estratégicos que puedan contribuir a blindar las necesidades financieras que garanticen el futuro del tejido empresarial.

A.C.: Pues Altria Corpo continuará siendo un partner vuestro para ayudaros en este entorno tan complejo. Muchas gracias, Yassine, por tus respuestas.

Píldoras de financiación corporativa (1): ¿Qué es un equity kicker?

Un Equity Kicker es un incentivo de capital en el que el prestamista proporciona crédito a un tipo de interés más bajo y, a cambio, obtiene una posición de capital en la empresa del prestatario. Un equity kicker se estructura como una recompensa condicional, en la que el prestamista obtiene la propiedad del capital que se pagará en una fecha futura cuando la empresa alcance objetivos de rendimiento específicos.

Las empresas en sus primeras etapas utilizan un equity kicker para poder acceder a financiar sus operaciones. A menudo les resulta difícil atraer inversores, ya que son relativamente nuevas y es menos probable que obtengan su confianza.

Los equity kickers se utilizan normalmente en LBO, MBO, recapitalizaciones de capital u operaciones de venture debt. Esas transacciones se consideran demasiado arriesgadas para atraer las formas tradicionales de deuda. Por lo tanto, los financiadores mezzanine y subordinados utilizan los equity kickers para compensar el mayor riesgo que asumen al prestar a empresas que no disponen de suficientes garantías para los préstamos. Los kickers utilizan la convertibilidad en acciones o los warrants en una fecha futura y pueden ser activados por una venta u otros eventos de liquidez.

¿Cómo funciona un equity kicker?

Las empresas utilizan un equity kicker para atraer a los prestamistas a comprar un bono o una acción preferente de la empresa a un tipo de interés reducido. El prestamista puede obtener un equity kicker desde un mínimo de 10% hasta un máximo de 80%, dependiendo del riesgo de la inversión.

Cuando un prestatario adjunta un incentivo de capital a las condiciones de la deuda adelantada por los financiadores, este incentivo se denomina kicker. Mientras por un lado los prestamistas prestan a un relativo bajo tipo de interés en relación al riesgo de la operación, por el otro lado obtienen una participación en el capital social que puede ejercerse en una fecha futura cuando se produzca un evento de liquidez.

Usos del equity kicker

Las empresas que ofrecen una opción de inversión en capital no pueden acceder al crédito de los financiadores tradicionales. Estos financiadores suelen conceder préstamos a empresas con un flujo de efectivo adecuado para atender el préstamo, así como una base de activos suficiente para actuar como garantía del mismo.

La mayoría de las empresas que emiten equity kickers son empresas de nueva creación y empresas en fase inicial que aún no han acumulado suficientes activos. Ofrecen un kicker como forma de atraer a inversores que de otra manera no estarían interesados en prestar a la empresa.

Ejemplo 1: Participación en el capital

Tomemos el ejemplo de XYZ, una empresa que fabrica copas de vino. La compañía está en el proceso de expansión de su planta de fabricación para aumentar la producción anual. XYZ ha estado operando durante tres años pero sigue sin poder obtener financiación bancaria o conservadora debido a su alto riesgo percibido.

La compañía planea obtener 800.000 euros para financiar dicha expansión. Puede por un lado obtener 400.000 euros internamente con los recursos generados por la propia actividad. Por el otro lado, la compañía planea renunciar al 10% de capital por cada 100.000 euros prestados por los inversores.

Tres inversores – A, B y C – se unen para financiar la expansión de XYZ. El inversor A está dispuesto a proporcionar 200.000 euros, mientras que B y C están listos para contribuir con 100.000 euros cada uno. Esto significa que el prestamista A obtiene un kicker inicial del 20%, mientras que B y C obtienen el 10% cada uno. Sin embargo, los inversores sólo pueden ejercer el derecho a obtener acciones en el momento de la venta de la empresa.

Ejemplo 2: Warrants

Supongamos que la deuda está estructurada como una garantía, en la que se da a los prestamistas la opción de comprar una cierta cantidad de acciones a un precio determinado en una fecha futura. Por ejemplo, el prestatario puede dar una cobertura de garantía del 10% sobre la cantidad proporcionada por cada prestamista a la empresa.

Utilizando las cifras del Ejemplo 1, podemos deducir que el inversor A obtendrá 20.000 euros en warrants, mientras que B y C obtendrán 10.000 euros cada uno en warrants por las acciones de la empresa. El precio de las acciones dependerá de la ronda de capital más reciente.

Las opciones de los prestamistas del equity kicker

Los prestamistas proporcionan financiación a una empresa para ayudarla a alcanzar determinados objetivos de rendimiento y aumentar el valor de la empresa por encima de su valor de mercado actual. A cambio, los prestamistas obtienen una participación en el capital social que sólo puede pagarse si se produce un hito determinado o un evento de liquidez. Si no se produce ninguno de estos eventos, los prestamistas seguirán manteniendo su posición de capital.

En su calidad de accionistas, se benefician del pago regular de dividendos cuando se publican los resultados financieros de la empresa, así como de un porcentaje de los beneficios que es proporcional a su porcentaje de participación en el capital social. En el caso de que la empresa alcance un determinado potencial de beneficios previamente acordado o cuando los propietarios decidan vender la empresa, se paga a los prestamistas en primer lugar cuando se producen esos eventos.

El equity kicker en el sector inmobiliario

También se utilizan equity kickers en la actividad inmobiliaria. Un prestamista puede proporcionar un préstamo inmobiliario a un tipo de interés reducido a cambio de una participación en los ingresos totales de la propiedad. El kicker se puede proporcionar cuando el prestatario carece de suficiente garantía para asegurar el préstamo, pero se espera que pueda pagar el préstamo con un potencial de ganancias futuras si obtiene fondos para financiar sus operaciones o expansión.

El equity kicker puede estructurarse de manera que el prestamista reciba un porcentaje de los ingresos brutos por concepto de alquiler generados por la propiedad si supera una determinada cantidad previamente acordada. También puede depender de un acontecimiento futuro, como la venta de la propiedad, en el que el prestamista obtendrá un porcentaje del producto de la venta que dependerá del monto de su participación en la empresa.

Por ejemplo, supongamos que un prestatario pidió prestado 1 millón de euros para la compra de una vivienda de lujo. El prestatario utiliza el préstamo para completar la compra y renovar la vivienda para su arrendamiento. Inmediatamente después de las renovaciones, el valor de la vivienda se duplica a 2 millones de euros, debido a la creciente demanda de este tipo de inmuebles. Si el prestatario proporcionó inicialmente un 10% de capital para endulzar el trato, significa que el prestamista obtendrá una participación del 10% del valor ganado por la propiedad una vez que se venda.

Nuestra opinión sobre la línea ICO para los efectos del Covid-19

Una mirada crítica a las medidas del Gobierno, la comparación desfavorable con Francia, y el papel decisivo de la banca en la canalización del crédito a las empresas.

El Gobierno de España anunció, por fin, tras semanas de crisis por el coronavirus, en qué se concretarán las medidas encaminadas a dotar de crédito y liquidez a las empresas para paliar los efectos negativos del covid19.

Básicamente, se establece una línea de avales del ICO, de importe previsto hasta 100.000 millones de euros pero que de momento solo se ha activado una primera dotación de 20.000 millones de euros. Los créditos bancarios que se otorguen al amparo de esta línea del ICO gozarán de una garantía del 80% para el caso de autónomos y pymes y podrán utilizarse tanto para nuevas operaciones como para renovaciones. Cuando el importe a solicitar supere los 1.5 millones, además, habrá que cumplir que dicho importe solicitado cumpla alguno de los dos requisitos: no superar el 25% de la facturación de 2019 o no superar dos veces los gastos de personal de 2019. Los plazos de los préstamos pueden ser hasta 5 años, con uno de carencia de obligado cumplimiento.

Para el caso de grandes empresas (aquellas con más de 250 empleados, facturación por encima de 50 millones de euros o activos de más de 43 millones de euros), el porcentaje de garantía del ICO baja al 70% en caso de nuevas operaciones y del 60% para las renovaciones. Los requisitos según el importe, así como los plazos de los préstamos, no varían respecto a las pymes.

Estas medidas parecen insuficientes para la necesidad de crédito y liquidez de las empresas españolas. Si comparamos por ejemplo las condiciones de la línea ICO con las que estableció el Gobierno francés el pasado 16 de marzo, las empresas españolas se sitúan en una posición desfavorable respecto a sus homólogas francesas. En Francia se ha establecido una garantía del 90% para cualquier empresa que tenga una facturación de hasta 1.500 millones de euros o menos de 5.000 trabajadores, porcentaje de garantía que sin duda facilita la concesión por parte de los bancos. El plazo que se establece es de un año de carencia, y en aquel momento la empresa decidirá qué plazo de amortización requiere, desde un año hasta un máximo de 5 años.

En esta situación de desequilibrio entre empresas de España y Francia por parte de las medidas lanzadas por cada Gobierno, cabe añadir lo que nos tememos que va a pasar en cuanto a la concesión de créditos por parte de la banca. La diferencia en este apartado puede ser sustancial. En Francia se establece un proceso tan simple como el siguiente:

  1. La empresa solicita al banco el crédito.
  2. El banco examina la situación de la empresa (básicamente, si cumple los requisitos que le permiten optar al crédito, sin entrar en una evaluación de sus estados financieros ni previsiones) y emite un pre-acuerdo.
  3. La empresa se conecta a una plataforma electrónica que proporciona la banca pública francesa BPI y obtiene una identificación que debe comunicar a su banco.
  4. Con la confirmación de la identificación, el banco otorga el préstamo a la empresa.

Frente a este procedimiento casi automático de concesión de créditos en Francia, la situación en España va a ser bastante diferente, por desgracia. Es más que probable que la banca española, muy condicionada por el sobrecoste que representa una inferior garantía ofrecida por el Estado español, y con la preocupación ante la morosidad que pueda tener, opte por sustituir sistemáticamente todos los riesgos que mantiene con sus clientes empresas por créditos amparados con la garantía del aval del ICO, y que no se utilicen estos créditos para inyectar dinero nuevo a las empresas. También hay que ser consciente que nos moveremos en un escenario de alud de peticiones de las empresas a sus entidades financieras, que aunque sus gestores comerciales pongan la mejor voluntad, probablemente comportarán cuellos de botella, demora en las resoluciones y formalización de los créditos, así como poca personalización en el diseño de soluciones adaptadas a cada realidad empresarial.

Está claro que vienen unos meses muy complicados para las compañías, en donde a la ingente gestión que deben realizar con sus equipos, clientes, proveedores y cumplimiento de obligaciones, también habrá que añadir estar muy atentos a lo que sus bancos decidan en cuanto a sus líneas existentes. Que el remedio que está poniendo el Gobierno y que deben canalizar los bancos no sea todavía peor que esta enfermedad devastadora que ha llegado. Una gestión financiera estratégica es más que nunca necesaria por parte de las empresas.

Altria, el mejor acceso a las medidas de liquidez de la Generalitat ante los efectos del coronavirus

Altria, como proveedor clave de operaciones crediticias a ICF y Avalis, es la mejor puerta para que las empresas consigan la liquidez que las proteja de la caída de ingresos y tesorería que puede comportar el coronavirus

El Govern de la Generalitat ha anunciado que movilizará 1.000 millones de euros para facilitar la liquidez de las empresas ante los efectos negativos del Covid19. En esta línea de crédito la Generalitat asumirá el 75% del riesgo a través de ICF y Avalis.

Altria Corpo, consultoría especializada en la financiación a mediana y gran empresa, es un proveedor de operaciones muy importante para ICF y Avalis, con un volumen el año pasado próximo a los 8 millones de euros. El conocimiento profundo que Altria tiene de las distintas líneas de que disponen ICF y Avalis la hace el socio ideal para a cualquier empresa que quiera obtener financiación o garantías de estas entidades.

Altria logró, en 2019, 56 millones de euros en financiación para sus clientes

La firma de consultoría financiera para empresas continúa su trayectoria ascendente y se sitúa como el referente en la obtención de financiación bancaria y alternativa para el segmento de mediana y gran empresa

La consultora financiera Altria Corpo, especializada en medianas y grandes empresas, consiguió en 2019 la cifra de 56 millones de euros de financiación para sus clientes, lo que supone un incremento del 10% respecto al año anterior y un nuevo récord para la firma. La fidelidad de las empresas que confían de forma recurrente en Altria como su socio para la obtención de financiación, así como el aumento de la base de clientes gracias a la ampliación de su número de gestores y consultores, han hecho posible estos resultados.

Entre las operaciones relevantes que Altria ha asesorado destacan un número importante de préstamos a largo plazo, por importes entre 1 y 3 millones de euros, para acometer nuevas inversiones a empresas de los más variados sectores. Los proveedores financieros que han concedido este tipo de operaciones son bancos, entidades públicas y fondos de direct lending. Como apunta Ramiro Lama, socio de Altria y responsable de financiación, “en este tipo de operaciones, con un importe elevado y donde a las empresas le resulta más difícil la obtención de financiación, es donde Altria puede dar mayor valor añadido a la relación con sus clientes. El conocimiento que tiene Altria de las necesidades financieras de sus clientes, y su capacidad de estructurar estas necesidades entre la diversidad de alternativas que van surgiendo en el mercado español e internacional, son la razón por la que las medianas empresas encuentran en Altria el socio adecuado para la búsqueda de financiación”.

Equipo actual de Altria en Barcelona

El ejercicio 2019 ha supuesto para Altria una inversión importante con la incorporación de nuevos profesionales, la ampliación de proveedores financieros como fondos nacionales e internacionales, así como la búsqueda de la excelencia operativa y de servicio al cliente. Con ello se sientan las bases para atender a empresas de mayor tamaño y a seguir ofreciendo a nuestros clientes las mejores soluciones de financiación para sus necesidades.

Entre los hitos de la compañía en 2019, destaca la apertura de su oficina en Madrid, hecho que posibilitará a buen seguro que en el presente ejercicio el número de clientes y el volumen asesorado continúe creciendo. Otras líneas de negocio que van adquiriendo importancia son la consultoría estratégica y financiera, mediante la cual Altria ayuda a clientes a mejorar su gestión financiera y la rentabilidad económica del negocio; los servicios de asesoramiento para la compraventa de empresas y la obtención de capital y nuevos socios; y la intermediación de operaciones inmobiliarias (residenciales, comerciales e industriales).

Altria es una firma fundada en 2014 por Albert Gumà y con sede en Barcelona. Sus clientes son empresas medianas y grandes, a las que ofrece su experiencia en toda clase de financiación mediante deuda y capital, y el acceso a más de 150 proveedores financieros entre bancos, financiación alternativa, financiación pública, fondos de deuda y otros instrumentos. En sus 6 años de existencia, Altria Corpo se ha posicionado como un referente en la búsqueda de financiación a la mediana y gran empresa, con un importe asesorado acumulado de más de 240 millones y más de 400 operaciones. El ámbito de las empresas asesoradas cubre todo el territorio español, con una concentración en Cataluña, que representa el 80% del total asesorado.